Colombia, 21 de julio 2025. Hace tres décadas, en las montañas de Usme, al sur de Bogotá, nació un sueño: la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Antonio Nariño (UAN).
El Decano Zoilo Andrés Correa, quien hoy lidera con orgullo esta conmemoración, recuerda cómo el proyecto comenzó con un plan transformador: los estudiantes pagaban sólo el 10 % de su matrícula durante sus estudios, y el resto lo aportaron una vez graduados e insertos en el mundo laboral. “Fue una apuesta por la democratización del conocimiento, que es uno de los lemas de la Universidad, pero que para Veterinaria se convirtió en una acción concreta”, afirma.
Con el tiempo, la facultad se trasladó a Circunvalar, en el corazón de Bogotá, manteniendo su esencia: calidad académica al servicio del bien común. “Cuando la Universidad entrega a sus estudiantes al mundo laboral, en realidad los entrega al mundo real, y lo hace con una misión: procurar el bienestar animal”, enfatiza el decano Correa.
Actualmente, la Facultad de Medicina Veterinaria tiene presencia en Bogotá y Popayán, con clínicas que no solo brindan atención a perros y gatos, sino que también impulsan investigación científica sobre enfermedades que pueden transmitirse de animales a seres humanos.
En el Cauca, la historia continúa con un enfoque territorial. En una planta de regalías, mujeres campesinas recolectan leche y cuidan vacas como parte de un modelo productivo acompañado por la universidad con ciencia y compromiso. Además, se investiga y preserva la raza Blanco Orejinegro, un tesoro genético colombiano, adaptado a nuestros suelos y resistente a enfermedades que otras razas no sobreviven.
La vocación social de la facultad trasciende las aulas. En alianza con el Distrito Capital, se trabaja en la recuperación y protección de animales decomisados por encontrarse en condiciones de maltrato. También se desarrollan campañas de esterilización de palomas, como parte de una estrategia integral de salud pública y control ético de la fauna urbana.
El compromiso y la trayectoria de la facultad han sido ampliamente reconocidos. El Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, entidad que regula los procesos éticos y profesionales del gremio, ha destacado la labor del decano Zoilo Andrés Correa por su aporte como docente, miembro del consejo y garante del código de ética profesional.
Treinta años después de aquel primer paso en Usme, la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Antonio Nariño no solo celebra su historia, sino que la honra con hechos: formando profesionales conscientes, investigando por el bienestar colectivo y caminando, siempre, junto a las comunidades.
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