
Bogotá, Colombia. Noviembre 2025 - La Universidad Antonio Nariño (UAN) participó activamente en la Asamblea General y Conferencia Internacional de la International Association of Universities (IAU), celebrada en Kigali, Ruanda. El encuentro reunió a más de 300 líderes universitarios, rectores, investigadores y responsables de política pública provenientes de más de 70 países de África, Asia, Europa, Norteamérica y América Latina, consolidándose como uno de los escenarios más relevantes para el diálogo global sobre el futuro de la educación superior.
La UAN estuvo representada por María Claudia Coral, directora de Relaciones Internacionales e Interinstitucionales, quien destacó que la conferencia “fue un espacio global de reflexión, donde se reafirmó que el futuro de la educación superior depende de reconstruir la confianza entre universidades, ciencia y sociedad mediante apertura, evidencia y colaboración genuina”.
Durante la conferencia central, el experto internacional Dr. Jamil Salmi presentó un diagnóstico preciso sobre las causas que han debilitado la confianza pública en la educación superior. Señaló que persisten formas de elitismo que limitan el acceso y la permanencia, lo que se agrava por los altos costos educativos que profundizan las brechas sociales. A ello se suman las dudas crecientes sobre la pertinencia y empleabilidad de los programas universitarios, la proliferación de casos de fraude académico y baja integridad científica, así como las tensiones derivadas de las guerras culturales, la censura y el rechazo a la evidencia. Este panorama se enmarca en un contexto global marcado por crisis económicas, disrupciones tecnológicas, impactos climáticos y desafíos a la democracia. Frente a ello, Salmi subrayó que la confianza solo puede recuperarse a través de la verdad, la transparencia, la equidad y la cooperación, principios que deben orientar la transformación de las instituciones de educación superior.
Otro de los momentos destacados fue la intervención de Kathleen Fitzpatrick, de Michigan State University, quien reflexionó sobre la necesidad de fortalecer la confianza en la ciencia como un bien público. Fitzpatrick enfatizó la importancia de garantizar la accesibilidad del conocimiento mediante plataformas abiertas y repositorios interoperables; promover la persistencia de los datos científicos a través de sistemas que aseguren su preservación, trazabilidad y actualización; y reforzar un compromiso institucional con la transparencia y la sostenibilidad del conocimiento, evitando que intereses comerciales limiten su circulación. En sus palabras, “la confianza no se decreta: se construye con prácticas visibles, abiertas y coherentes”.
En esta misma línea, la experta del Banco Mundial Roberta Malee Bassett presentó evidencia sólida sobre los efectos positivos de la educación superior en los países emergentes y la necesidad de comunicar estos resultados de manera estratégica. Explicó que los retornos salariales de los titulados universitarios son altos y estables, especialmente en países de ingreso bajo y medio, y que las mujeres con formación universitaria tienen una probabilidad significativamente mayor de participar en la fuerza laboral. Bassett también destacó el papel central de los graduados en la adopción de tecnologías emergentes, fundamentales para el crecimiento económico y la transición digital, así como la importancia de desarrollar habilidades como el pensamiento analítico, la alfabetización tecnológica, la creatividad, el trabajo colaborativo y la resiliencia. Finalmente, instó a las instituciones a “tomar el control de la narrativa”, demostrando con evidencia su impacto y fortaleciendo el diálogo con la sociedad para recuperar la confianza pública.
La presencia de la Universidad Antonio Nariño (UAN) en este escenario global la posiciona entre instituciones líderes que están definiendo las rutas de transformación de la educación superior. La diversidad de actores presentes —rectores, presidentes universitarios, expertos en políticas públicas y representantes de organismos internacionales— permitió consolidar nuevas alianzas y profundizar el trabajo en red con instituciones de todos los continentes. Esta participación reafirma el compromiso de la UAN con una educación superior abierta al mundo, orientada al desarrollo sostenible, la inclusión y la transformación social que demandan los tiempos actuales.
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