Colombia, julio de 2024. El censo más reciente del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revela la notable diversidad étnica en Colombia. Según los datos, el 10.6% de la población se identifica como afrodescendiente, el 3.4% como indígena, el 0.01% como gitana y el 85% como mestiza. Esta composición variada refleja una rica mezcla de herencias culturales que configuran la identidad nacional, subrayando la importancia de reconocer y valorar la pluralidad étnica del país siendo esencial en la promoción de  políticas de inclusión y equidad.

En un mundo globalizado, la interculturalidad se torna esencial para la cohesión social y el desarrollo sostenible. Facilitar la aparición de nuevas realidades y dinámicas culturales, enriquecen la sociedad y fortalecen el tejido social. Este proceso no solo promueve la creación de conexiones significativas entre culturas, sino que también profundiza el diálogo cultural.

En una reciente entrevista, la Decana Karol Vásquez de la Universidad Antonio Nariño (UAN) de la Facultad de Terapias Psicosociales y líder de la Maestría en Migraciones e Interculturalidad, enfatizó sobre la importancia de valores como la empatía, la solidaridad y la tolerancia en la interacción e interrelación enre las culturas. “Cultivar la empatía desde la infancia fortalece las relaciones humanas y contribuye a la generación de escenarios interculturales en pro de la convivencia, la felicidad, la resiliencia y el tejido social. Esta capacidad de ponerse en el lugar del otro fomenta la solidaridad y permite tejer puentes entre diferentes culturas. Junto con la empatía, conceptos como alteridad y otredad son vitales para reconocer al otro como parte integral de nuestro universo y construir juntos un 'nosotros', promoviendo una verdadera interculturalidad”.

En este sentido, la educación desempeña un papel crucial en el impulso y fortalecimiento de la interculturalidad. Entender la educación como la base del cambio social y la transformación cultural permite valorarla como un medio para construir una sociedad con equidad, inclusión y justicia social”. Por tal motivo, la UAN ha avanzado significativamente en la construcción de su política de educación inclusiva intercultural a través de programas como "Migraciones e Interculturalidad" y la iniciativa "Embajadores de la Interculturalidad" los cuales promueven el diálogo y la diversidad trascendiendo fronteras.

Ofreciendo programas de posgrado dirigidos a poblaciones indígenas, afrocolombianas, raizales, palenqueras, rom, víctimas del conflicto armado y migrantes, la UAN sigue avanzando además en la consolidación de su política de educación inclusiva intercultural, proyectando nuevos escenarios y estrategias para el 2024 y 2025 que impulsen la interculturalidad, la inclusión y la justicia social para beneficiar a toda la sociedad. 

Según la experta Vázquez, la interculturalidad va más allá de una mera coexistencia de culturas, es un proceso activo de interacción y diálogo que enriquece la sociedad y contribuye a la construcción de un mundo más equitativo y justo. Reconocer y promover la diversidad cultural en todos los niveles es fundamental, es por esto que la UAN, continúa con su compromiso con la educación inclusiva e intercultural, ejemplificando cómo las instituciones pueden contribuir al desarrollo.

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